Tengo un cuaderno azul con hojas de colores que me hizo mi madre hace mucho tiempo y al que tengo un cariño especial. Ha viajado conmigo todo este tiempo. Desde que salí de Madrid; desde que me fui de Algeciras.
Esta tarde lo he abierto, sin recordar qué había escrito en él. Ha sido como abrir una ventana y ver el pasado. Qué importante es escribir para que muchos pensamientos, sensaciones, sentimientos... persistan tal y cómo los vivimos cuando ocurrieron.
A menudo lucho contra el pasado. Simplemente creo que no sirve de nada volver a él, recordarlo. Estaba equivocada. Lo que sucedió en el pasado tiene repercusión en lo que sucede/queremos que suceda en el presente.
He pasado mucho tiempo sin querer abrir mi cuaderno azul. Me estaba perdiendo muchas cosas. Voy a abrirlo más a menudo. Para recordar y también para escribir cosas que querré leer más adelante. Y si alguien me invita a leer su cuaderno azul, abriré bien los ojos para leer cada letra y empaparme de sus sensaciones, sentimientos, recuerdos y pensamientos, para así descubrir un poco más el presente y lo que queda por escribir.