Allí, bajo el faro y a solas, tuve uno de esos momentos en los que uno se confiesa con el mar, y recordé una tarde hace años cuando a la salida de Telesur me fui a la playa en busca de respuestas. Me sentí tranquila por no tener que preguntarle esta vez.
Inesperadamente la primera noche que visitamos la playa me vino el pensamiento de J. a la cabeza, el de su eterna e inevitable ausencia. Hacía mucho tiempo que no lo recordaba. Me sigue apenando mucho que no esté, creo que aunque pasen décadas siempre que mire el mar pensaré en él y en como se fue de repente, dejando tantas almas rotas. Esa noche también me acordé de Noelia, de nuestros paseos y conversaciones frente al peñón, y del regalo que me hizo el día antes de venirme, el de llevarme a Getares de madrugada, por sorpresa, para que me despidiera de la playa y de ella.
Ha sido un reencuentro con el mar, pero también con emociones que la distancia había adormecido y a las que a veces me es muy difícil volver.
"Ya no quiero vivir con los temores, que prefiero entregarme a la ilusión. Vivir el presente hacia el futuro y guardar el pasado en el arcón." Chambao
domingo, 23 de marzo de 2008
Reencuentro con el mar
Casi 6 meses sin ver el mar, sin olerlo y sin sentirlo. El viaje a Chile ha supuesto el reencuentro con él, con sus sonidos, con sus colores y con su aroma; con las imágenes tan nostálgicas que recrea el agua al atardecer y con la paz que da mandarle todos tus pensamientos. Desde una colina vimos el Pacífico por primera vez, el otro horizonte. Jamás me imaginé que estaría viendo el mar con "mi mundo" a la espalda y la mirada puesta en dirección a Australia. Y desde otra colina contemplamos el puerto de Valparaíso, y cerré los ojos y dejé que los sonidos de las grúas y las gaviotas me transportaran rápidamente a Algeciras. Al día siguiente tocamos la arena por primera vez, en Maitencillo, de noche; y nuestra penúltima noche dimos un paseo de esos que aquí tanto me faltan, por La Serena, bajo las estrellas, dejando que las olas rozaran nuestros pasos.
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3 comentarios:
Por qué será que la soledad frente a la inmensidad del mar nos provoca una reflexión inminente?
Besotes, poetisa.
chatina, y no te recordó a nuestra super moraga de facultad???jeje recuerdas?
Qué tiempos... qué lejos quedan ahora! Habría que hacer otra moraga de esas, con la misma gente... eso sí que sería todo un reencuentro!!!
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