Tras horas (que a mí me parecieron interminables) de caminata a 4.500 metros y rodeadas de puro altiplano y llamas, llegamos a este regalo de la naturaleza: la laguna Chairkakota (si no confundo el nombre, que me pareció dificilísimo). La dificultad del acceso lo hacen un rincón virgen y escondido a los pies del Condoriri (Cabeza del Cóndor, 5.648 m).
Una de las muchas maravillas que atesora Bolivia. Espero que las ansias de desarrollo no hagan de sitios como este un lugar turístico cualquiera con restaurantes y aparcamientos alrededor y una autopista que facilite el acceso.
2 comentarios:
Una fotografía increible
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