viernes, 12 de septiembre de 2008

Arde la calle

Ruge la ciudad.
El fuego se esconde,
se multiplica
espera
crece en la periferia
levanta la señal
arde en su impaciencia
mientras la ciudad ruge
desvaría
se diseca en la plenitud de una medianoche
perdida en marzo.
Nacen camaradas en la clandestinidad.
Se encuentran compañeros en la huida
y en el ataque
hermanos de sentimiento aborigen
terrícola respetando el azul
y la tierra que se abre.
Un pájaro escapa
y el gas ataca.
Hombres responden
y mujeres combaten.
Hermanos y hermanas respiran
se tocan
se besan
y el humo de babilonia no
puede con ellos.
Ni con su amarga rebeldía
ni con sus botellas encendidas.
Ellos son de la periferia.
Han nacido, para siempre.

Absalón Opazo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Merche. Cómo estás? Espero que todo bien. Un beso. CRIS.